A diferencia de la mayoría de las esmeraldas que se encuentran en el mercado, que han sido tratadas con aceite para realzar su apariencia y claridad, una esmeralda sin tratar es completamente natural y no ha sido alterada de ninguna manera.
Estas esmeraldas «sin aceite» son muy buscadas por coleccionistas y entusiastas de las piedras preciosas debido a su autenticidad y belleza única. Al no tener tratamiento, conservan su color verde intenso y brillo natural, haciéndolos aún más atractivos y valiosos.
Además, las esmeraldas sin tratar se consideran piedras de inversión, ya que su rareza y pureza las convierten en piezas únicas y exclusivas. Su valor tiende a aumentar con el tiempo, lo que los convierte en una opción atractiva para aquellos que buscan una inversión segura y rentable.